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Los amigos del damnificado piden la colaboración del ambiente del automovilismo para que pueda volver a trabajar.

A un vecino del barrio Las Mirandas se le prendió fuego su taller mecánico junto con su auto de carreras, dos kartings y todas sus herramientas. Ahora, sus amigos y seres queridos buscan la colaboración de la comunidad y del ambiente del automovilismo para que pueda volver a trabajar.

El pedido de ayuda lo difundió un amigo de la víctima por las redes sociales y habilitaron el alias de Mercado Pago LL.competicion.arg, a nombre de Juan Carlos Lezcano, para quienes puedan hacer un aporte.

“Yo siento que se me murió un hermano. Puedo parecer loco, pero yo con el auto hablaba, para mí tenía vida. Hoy uno de carreras puede estar entre 6.000 y 7.000 dólares, pero como estaba armado es muy difícil de calcular. Sacando lo emocional, por ejemplo, el radiador vale $900.000 y se derritió; la butaca, $1.700.000; la bobina, $700.000; es un montonazo de plata. Ahora lo que más me interesa es sacar la mugre y hacer una limpieza, porque se está metiendo todo adentro de la casa y no se puede respirar”, expresó Santiago Lezcano, el propietario del lugar.

El joven de 27 años recordó que la noche del lunes se habían juntado con un grupo de amigos, estaban trabajando y luego fueron a cenar unas pizzas. En ese momento, hubo un corte de luz. Al principio, no entendían por qué había sido, hasta que miró para el lado del taller y pudo ver que se había prendido fuego.

Al parecer, el motivo que ocasionó las llamas fue un cortocircuito en las luminarias y tuvieron que llamar a los bomberos para que lo apagaran. “Se me quemó todo, estuvimos viendo y parece que ni las paredes sirven. Perdí mi Fiat 147 de pista, dos kartings; uno era de un cliente que le estaba haciendo mantenimiento. De herramientas no me quedó nada, están desparramadas por todos lados, porque empezaron a reventar cosas inflamables y salieron volando”, dijo Lezcano.

El apasionado por los fierros se mostró muy angustiado por la situación, pero no pierde las esperanzas de volver a comenzar. “Ayer, un chico amigo me regaló una chapa de seis metros. Hay gente amiga muy solidaria y no me queda otra que tratar de arreglar todo y seguir adelante”, sostuvo.

Este miércoles, delegados del gremio mantuvieron una reunión con el director general de Infraestructura Pública. La única respuesta es que “no hay plata”.

El escenario de la construcción en San Luis es desolador. Al menos unos 3 mil obreros están desocupados y en 7 meses de gestión del poggismo no hay ningún tipo de rumbo que indique una reactivación en el sector. El hambre ya no se aguanta. Pero el Gobierno de Claudio Poggi sigue indiferente y no brinda soluciones. La excusa, “no hay plata”.

Este miércoles, delegados de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) se acercaron a Terrazas del Portezuelo en busca de diálogo. Pretendían hablar con el ministro de Hacienda e Infraestructura Pública, Néstor Ordoñez, pero no los atendió. Estaba en una reunión con Poggi.

Los referentes aguardaron en el lugar. No se querían ir sin ser escuchados. Y tras una espera de 4 horas, finalmente fueron atendidos. En un momento llegó Ordoñez, acompañado de su par, el director general de Infraestructura Pública, Fernando Ofría. Pasó y apenas dijo “buen día”, con la mirada hacia abajo, indiferente. Caminó acelerado, como un rayo, hacia su oficina.

A las 13:30, fueron recibidos por Ofría, en un encuentro que se planteó con una tensa formalidad decorada pero que concluyó caliente. Allí, la Uocra expuso la situación de los compañeros desocupados. Ofría, con tonos por momentos irónicos y prepotentes, reconoció que la obra pública estaba frenada –en parte para él- aunque mencionó algunos proyectos que a su parecer estaban encaminados. La Uocra lo desmintió y remarcó que los trabajos están paralizados.

Ofría les tomaba el pelo. Por momentos les preguntaba si se habían puesto al tanto de las obras del Gobierno. Dijo además que las principales ejecuciones estaban impedidas por Nación. Y confirmó a modo de “buena noticia” que un segmento de viviendas provinciales empezarían en septiembre a razón de 5 obreros por casa (cuestión que la Uocra puso en tela de juicio, advirtiendo que en las obras públicas el cálculo es de un obrero por vivienda, por cómo se desarrollan las tareas).

La Uocra rechazó las declaraciones, lamentando que el hambre no puede esperar más y que el propio Gobernador había prometido la reactivación de la construcción para mediados de junio-julio.

“¿Qué querés que te diga?”, le respondía Ofría al grupo de 10 referentes del gremio cada vez que se veía acorralado por los contundentes datos del sindicato, que constantemente le remarcaba errores de interpretación en materia de construcción.

En definitiva, la reunión terminó sin ninguna medida concreta. Dio la sensación de que al Gobierno no le interesa que haya familias sin el pan en la mesa. “Se terminó”, dijo enojado el secretario de Actas y Difusión de la Uocra, Hugo Gómez, tomando carpeta en mano y levantándose del bochorno de encuentro.

“Lamentablemente uno trata de mantener el diálogo y la cordura. Nos dirigimos a los responsables del Gobierno. No nos atendió Odoñez. Vinimos a pedirle por el trabajo de 3 mil obreros. Llega un momento donde mueren las palabras. Día a día los afiliados van a preguntar cuándo arranca la obra pública. La única es para septiembre, que serán las viviendas. Pero la Avenida Santos Ortiz, el Acueducto La Florida, no tienen novedades de inicio. Están jugando con la necesidad de la gente. Vinimos en buenos términos, pero necesitamos una respuesta. Esto no era lo que esperábamos”, apuntó.

“Ahora vamos a hablar con la comisión, con el secretario General, para ver los pasos a seguir y ver de qué manera solucionamos esto (no descartan medidas de fuerza). Hemos tratado de ponernos de acuerdo, lo único que necesitamos es trabajo ¿Tan difícil es entenderlo? No podemos salir a anunciar que se reactiva la construcción cuando se van a construir 300 o 400 viviendas. Los obreros tienen que salir a juntar cartones para llevar un plato de comida a sus casas. Nos vamos muy decepcionados por la atención que hemos recibido”, concluyó.

El cliente, quien trabajó en un campo y dice ser conocedor de la materia, se percató de que era carne de equino por el sabor dulce.

Un vecino de Villa Mercedes sostiene que en una carnicería le vendieron milanesas de carne de caballo en lugar de carne vacuna. El hombre se dio cuenta del engaño en el primer mordisco que le dio al sánguche de milanesa que había preparado. De inmediato, publicó el hecho en sus redes sociales, luego se quejó a través del teléfono de reclamos del Municipio y, finalmente, denunció al comercio en la comisaría más cercana.

El cliente se dio cuenta al instante que se trataba de carne equina porque, según detalló, trabajó durante años en un campo y distingue sin problemas el sabor y el color de cada tipo de carne.

Todo sucedió el viernes. El hombre relató que fue hasta el comercio, ubicado sobre avenida Presidente Perón, alrededor de las 13, a comprar dos milanesas de vaca. Una vez en la casa, cuando fritó y comió la carne, advirtió que lo habían engañado.

Dijo que cuando llamó al 147, el número de reclamos de la Municipalidad, su caso quedó asentado bajo un número y la operadora le prometió que intervendría el área de Bromatología. Pero hasta hoy no ha tenido novedades al respecto. En tanto, sostiene que desde que hizo pública la estafa, no puede ni caminar por la vereda de la carnicería en cuestión. Asegura que los empleados del local se burlan de él y que hasta ha recibido un llamado telefónico en el que alguien le advirtió con un tono mafioso: “Sé dónde vivís… Si tenés algún problema, decíselo al dueño”.