La madre de la víctima repasó cómo fue el accidente, el sábado cuando se frenaron a un costado de la ruta para acomodar un bolso que llevaban en la moto.
“Fue un segundo. Yo no me bajé de la moto, se bajó solo ella. Puso el bolso entre mis piernas y sentí un impacto. Cuando me doy vuelta de costado para verla, ya no la tenía a mi lado. Miré para adelante, vi que el camión la despidió y retomó la ruta”. Eso quedó grabado en la mente de Valeria Mercau, la mamá de Laura Oviedo.
El sábado 19, las dos se dirigían a San Luis para celebrar el domingo el Día de la Madre, porque allá tienen parientes. Siempre viajaban en la motocicleta Zanella 150 cc. por la Autopista de las Serranías Puntanas. La noche estaba clara y no había viento. De Villa Mercedes salieron alrededor de las 20.
Antes de llegar a Liborio Luna, Laura le pidió a su madre frenar por unos minutos para acomodar un bolso que la estaba incomodando. Fue ahí que un camión blanco que circulaba en el mismo sentido la embistió.
Según Valeria, ese sector del camino estaba iluminado. Acomodar las pertenencias no iba a llevarles más de cinco minutos, pero el vehículo, según dijo, se salió de la ruta y terminó con la vida de su hija que tenía 19 años.
“El camión siguió. Iba a alta velocidad, porque fue un segundo y no lo vi más”, señaló Mercau en diálogo con El Chorrillero.
La mujer se bajó de la moto, y corrió hacia donde había caído el cuerpo de su hija (al costado de la banquina). “La vi toda llena de sangre y no respiraba”, recordó.
Empezó a pedir ayuda a los autos que pasaban y frenó una camioneta con dos jóvenes que se encargaron de llamar a una ambulancia, a la Policía y acompañaron a la mujer en todo ese momento.
Laura fue trasladada al Policlínico Regional “Juan Domingo Perón”, y alrededor de las 23:40 falleció. Sufrió politraumatismos, hemorragia cerebral, ruptura hepática, múltiples fracturas y contusión pulmonar.
La presencia de los chicos fue clave luego del accidente.
“Sé que ellos más adelante, llegando a Fraga, encontraron al camión parado, como acomodando la óptica y se frenaron para sacarle fotos. El camión dobló en U y se metió por el cantero central. Sé que casi los choca a ellos por escaparse y se volvió con dirección a Villa Mercedes”, pudo reconstruir Mercau.
Fue esa maniobra que del rodado se desprendió una de las chapas patente. Los jóvenes la levantaron y la llevaron a la comisaría de Fraga.
La Justicia finalmente logró ubicar al camionero y al rodado, que estaba en una empresa, en un pueblo de Córdoba.
Mercau sostiene que el conductor fue “consciente del accidente porque si no, no se hubiese escapado de los chicos cuando pararon a sacarle fotos”.
Los momentos posteriores fueron angustiantes para toda la familia. Tomaron la decisión de velarla en Papagayos, la localidad de donde era oriunda y amaba visitar. Se movilizaron para pedir colaboración económica a la comunidad, que sin pensarlo dos veces hizo su aporte y el domingo por la noche estaba el dinero recolectado. El lunes a las 17:30 le dieron el último adiós a la joven.
La Fiscalía N° 1 que está a cargo de Maximiliano Bazla lleva adelante la investigación. Según informó, por el momento se llevan adelante las pericias mecánicas, y los informes no están listos. El chofer no está detenido porque no se ha comprobado la responsabilidad que tuvo.
Si hay algo que tiene claro Mercau, es justicia para su hija.
“No queremos que esto quede impune, que quede así como si no pasara nada. Queremos que le caiga todo el peso de la ley al chofer, a la empresa, al que le tenga que caer. Sé que nada me va a devolver a mi hija, pero queremos que se haga justicia para que ella pueda descansar en paz”, manifestó.
Recordar a Laura
La joven cumpliría 20 años el 4 de noviembre, y estaba organizando un festejo con todos sus amigos de Villa Mercedes.
Terminó sus estudios secundarios en el Colegio N° 11 “Benito Juárez” en 2023, y este año apostó por estudiar la carrera de Derecho en la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales. Cursó durante algunos meses, y después dejó porque se dedicó a buscar un trabajo para poder mantener el alquiler y ayudar a su mamá y sus hermanos de 12 y 17 años.
Todos los fines de semana veía a visitarla Mercau, quien actualmente vive en Tilisarao por cuestiones laborales. Otras veces viajaba ella.
“Siempre andaba pintada, bien preparada, decíamos ‘antes muertas que sencillas’, siempre con sus cosas a la moda, siempre coqueta”, contó.
Su familia era una de sus grandes prioridades, y viajaba asiduamente a San Luis para ver a su tía y a su prima.
Además, era la dueña de Arashi, una perrita a la que amaba incondicionalmente: “Era todo para ella, era su compañía, su hija”. Uno de sus sueños era trabajar “para poder comprarse su autito”, y otro objetivo era “hacer una vida en España”.
“Era de hablar mucho conmigo, me contaba todo lo que hacía en la semana, dónde iba, con quién estaba y le gustaban mucho las motos”, comentó. La va a recordar siempre con el mismo semblante: “Contenta, feliz y con una sonrisa”.
Su padre vive en Río Cuarto, y allá tiene otros dos hermanos.