Tras la derrota en la final de la Copa Libertadores, Jorge Almirón renunció a la dirección técnica de Boca.
El entrenador le comunicó su decisión al vicepresidente Juan Román Riquelme. Tenía contrato hasta diciembre.
Boca Juniors sufrió el primer coletazo tras perder la final de la Copa Libertadores 2-1 ante Fluminense en el estadio Maracaná: el entrenador Jorge Almirón renunció a su cargo minutos después de que arribó a la Argentina junto a la delegación. El ex Lanús, Elche y San Lorenzo le comunicó su decisión a Juan Román Riquelme, vicepresidente de la institución. Así, el miércoles, día en el que el Xeneize deberá afrontar el clásico ante San Lorenzo por la Copa de la Liga, al frente del grupo estará Mariano Herrón, orientador de la Reserva. Y él cerrára la temporada, mientras se define al conductor para 2024.
El DT, de 52 años, había asumido para reemplazar al Negro Ibarra y, si bien llevó al equipo a la definición continental y está en semifinales de Copa Argentina, no terminó de entrar en el corazón del hincha, a partir de la irregularidad del ciclo. En la conferencia de prensa post tropiezo, no había dejado señales de una determinación de este tipo.
“Estamos saliendo recién del partido, no hay mucho para pensar, solamente el dolor y esa sensación. Veremos cómo sigue todo, hay que levantarse siempre, es un club muy grande”, dijo, abriéndole la puerta al futuro. Su contrato se vencía en diciembre y su tarea en este periodo iba a estar bajo la lupa. De vencer el oficialismo, con Riquelme a la cabeza, en las elecciones, sus chances de renovación iban a depender de los resultados.
Es que las próximas semanas de competencia son determinantes para el conjunto de La Ribera, porque no tiene garantizado el boleto para la Libertadores 2024. El Xeneize está a 6 puntos de la zona de ingreso a los playoffs de la Copa de la Liga, en vísperas de su visita a San Lorenzo este miércoles, y a 3 unidades de la línea de clasificación a la Libertadores 2024 por Tabla Anual, pero también a 2 de quedar afuera de entrada a la Sudamericana.
En consecuencia, la semifinal de la Copa Argentina contra Estudiantes (sería en Fecha FIFA, en un estadio de la provincia de Buenos Aires) pasó a ser un objetivo enorme, porque no sólo ofrece una estrella para el palmarés, sino que además borra la zozobra por el riesgo de no contar con competencia internacional el próximo año.
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