
El precandidato a presidente Horacio Rodriguez Larreta, de Juntos por el Cambio, visitó este jueves San Luis junto con su compañero de fórmula, Gerardo Morales, pero debió soportar abucheos en los dos principales actos que encabezó en el marco de su campaña proselitista.
La actividad principal se desarrolló en la localidad de San Francisco del Monte de Oro, junto con el electo gobernador de la provincia Claudio Poggi, acompañado por Gabriela González Riollo, precandidata a senadora nacional; Alejandro Cacace y Valeria Lange, precandidatos a diputados nacionales, y Juan Manuel Rigau, precandidato al ParlaSur. También se vio a Soledad Acuña, ministra de Educación de la ciudad de Buenos Aires y precandidata al Parlasur; y Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica y precandidato a diputado nacional en la Capital Federal.
Desde el solar histórico en el que Domingo Faustino Sarmiento diera sus primeros pasos como educador, y con transmisión en vivo de canales nacionales, el jefe de gobierno porteño desgranó sus principales propuestas en el ámbito educativo, mientras un grupo de vecinos abucheaban la presencia de Morales y otros cuestionaban el uso político del histórico lugar.
«Queremos que la educación pública sea sinónimo de libertad y progreso. Por eso proponemos la revolución educativa para toda la Argentina», expresó Larreta durante el acto, que contó con la presencia de los candidatos a legisladores nacionales por San Luis.
Tras advertir sobre la «tremenda decadencia educativa», el referente del PRO afirmó que los alumnos son «rehenes de la política».
«En lugar de estar en el aula, hay paros, se pierden días de clase. Este sistema así como está no va más. Por eso, si los argentinos me honran eligiéndome presidente, los chicos van a estar en el aula», sostuvo.
Para lograr esa meta, Rodríguez Larreta anunció que buscará declarar a la educación como servicio esencial: «Las escuelas van a funcionar siempre, porque una escuela cerrada es una tragedia siempre. Sin afectar el derecho a parar, que es constitucional, tenemos que lograr que el derecho a huelga no esté por encima del derecho de los chicos a aprender».
Otra de las iniciativas es establecer la «jornada extendida para los chicos que estén por debajo de los conocimientos necesarios para su edad», además de impulsar un «nuevo método de lectura y comprensión de texto para las escuelas primarias».
Rodríguez Larreta afirmó que quiere que haya «inglés desde primer grado» y avanzar hacia «escuelas bilingües en toda la Argentina», a la vez que añadió: «Vamos a trabajar con los docentes para que tengan las mejores herramientas, la mejor tecnología y sean quienes lideren esta revolución».
«Van a ser reconocidos con incentivos aquellos que trabajen para mejorar todos los años» y también para destacar el presentismo, manifestó, agregando que habrá “evaluación independiente con incentivos para las escuelas que mejoren. También vamos a sumar prácticas profesionales en el último año de la Secundaria».
Wifi en todas las aulas fue otra de las medidas que dio a conocer el precandidato presidencial, quien también explicó: «Vamos a impulsar la segunda reforma universitaria. Hoy la Argentina tiene seis egresados cada 100 estudiantes».
PROTESTAS
La presencia de Larreta y Morales en San Francisco generó una protesta de un grupo de vecinos que se acercaron a expresar su descontento, principalmente centrado en la figura del gobernador de Jujuy Gerardo Morales.
Los manifestantes comenzaron a gritar a viva voz, mientras el candidato hablaba frente a un auditorio conformado por dirigentes y partidarios del espacio opositor, que trataban de aplaudir para tapar los cánticos adversos.
“Fuerza Jujuy”, “fuera represor”, “estás matando los pueblos originarios donde te eligieron, traidor”, fueron algunas de las consignas.
Luego de que diera a conocer las 10 propuestas del plan de gobierno para la educación, junto al precandidato a vicepresidente, Gerardo Morales, Horacio Rodríguez Larreta, participó de un acto durante el cual reafirmó su compromiso con la defensa de la educación superior, el cual fue impulsado por el Rector de la UNSL, Víctor Moriñigo, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), para que la educación pública figure entre las prioridades de los precandidatos presidenciales.