Cadena del Interior

jueves 17 octubre, 2024

Habló Margaret Keenan, la mujer de 90 años primera en darse la vacuna de Pfizer contra el coronavirus

Maggie, como se la conoce en el centro en el que vive, se mostró esperanzada y llamó al resto de la población a inyectarse la dosis de la farmacéutica norteamericana

Margaret Keenan, de 90 años es aplaudida por el personal del Hospital Universitario de Coventry, en el Reino Unido. La mujer se convirtió en la primera británica en recibir la dosis de Pfizer contra el coronavirus (Reuters)

Margaret Keenan nunca creyó que en el tramo final de su vida su nombre recorrería el mundo. Tampoco que sería por ofrecer su brazo para darse una vacuna. Es que Maggie, como se la conoce a esta mujer de 90 años, se convirtió en la primera persona a quien se le suministró la dosis de la pócima de Pfizer y BioNTech para combatir el coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19.

Maggie fue inoculada a las 6.45 am en el hogar de ancianos en el que vive en CoventryReino Unido, cuyo gobierno ha lanzada una masiva campaña de vacunación para inmunizar a la sociedad, comenzando por la de mayor edad. El Servicio Nacional de Salud (NHS) está a cargo de la complicada logística. “Me siento privilegiada”, indicó la mujer quien hasta hace cuatro años trabajaba en un local de ventas de joyas.

La enfermera May Parsons del Hospital Universitario de esa ciudad fue la encargada de la inyección. “Me siento muy privilegiada de ser la primera persona vacunada contra COVID-19, es el mejor regalo de cumpleaños temprano que podría desear porque significa que finalmente puedo esperar pasar tiempo con mi familia y amigos en el nuevo año después de estar sola durante la mayor parte del 2020“, dijo Keenan.

Maggie Keenan se convirtió en la primera persona en recibir la vacuna contra el coronavirus de Pfizer. El Reino Unido aprobó su uso la semana pasada y ya inició una campaña para lograr una inmunización masiva de la población (Reuters)

Maggie -quien nació en EnniskillenIrlanda del Norte– tiene una hija, un hijo y cuatro nietos. Cumplirá años la semana próxima. Hace 60 años que vive en Coventry. “No puedo agradecer lo suficiente a May y al personal del NHS que me han cuidado tremendamente, y mi consejo para cualquiera que ofrezca la vacuna es que la tome; si puedo tenerla a los 90, usted también puede tenerla”, dijo en declaraciones publicadas por The Guardian.

En tanto, la enfermera señaló: “Me alegro de poder participar en este día histórico. Los últimos meses han sido duros para todos los que trabajamos en el NHS, pero ahora parece que hay luz al final del túnel”.

La campaña de vacunación

El Reino Unido comenzó a administrar este martes la vacuna Pfizer/BioNTech a las personas más vulnerables, convirtiéndose en el primer país occidental en poner en marcha un programa de vacunación masiva contra el nuevo coronavirus, anunciaron los medios británicos.

Las primeras personas contactadas por los servicios sanitarios tuvieron cita a las 08H00 (locales y GMT) en este día bautizado por el ministro de Sanidad, Matt Hancock, como “día V”, de vacuna… o de victoria. Y desde primera hora de la mañana la expectación mediática se preveía muy fuerte para esta primicia en un país occidental.

Cincuenta hospitales recibieron en los últimos días las primeras 800.000 dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech, la única autorizada por ahora en el Reino Unido, llegadas desde sus laboratorios en Bélgica.

El más castigado de Europa por la pandemia, con más de 61.400 muertes confirmadas, el Reino Unido es el primer país en occidente cuyo organismo regulador autorizó el uso de una vacuna.

Rusia comenzó a administrar la suya, denominada Sputnik V, el pasado fin de semana. En Estados Unidos y la Unión Europea, las respectivas agencias de seguridad del medicamento deben anunciar sus aprobaciones próximamente.

La campaña británica se hará en un primer momento solo en hospitales debido a la necesidad de mantener la vacuna de Pfizer/BioNTech a muy baja temperatura, entre -70ºC y -80ºC. Más adelante se establecerán 1.000 centros de vacunación desde ambulatorios a polideportivos, anunció Hancock.

Tabaré y Ginés: Los opuestos

Ambos son médicos. Uno vetó el aborto, el otro lo promueve. “La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de la vida humana en su etapa de gestación”, dice uno; “no hay persona”, dice el otro.

El fallecido Tabaré Vazquez, ex Presidente de Uruguay, era un socialista convencido, proveniente de un hogar humilde, formado en el sistema de educación pública en un país de un arraigado sesgo laicista, de absoluta separación estatal de todas las confesiones religiosas y, a pesar de ser la mayor parte de su población bautizada en la fe católica, especialmente neutral con relación a la Iglesia Católica. Era de izquierda y masón declarado. Un ateo, al que, según una de sus últimas declaraciones públicas, le hubiese gustado creer en Dios.

Pero Tabaré era, por sobre todas las cosas, médico. Y más aun, dotado de gran inteligencia y sentido común, era un hombre de bien.

Por eso, en su momento, vetó la ley de aborto que se quiso introducir en Uruguay (fue finalmente puesta en vigencia luego de que Tabaré dejase la presidencia) dando razón al Papa Francisco cuando afirmó que el aborto no importa una cuestión religiosa sino moral. Así también lo sostiene, apoyado en extensos y fundados argumentos científicos y sociales, el libro del ex Presidente fallecido, Veto al aborto.

El decreto de veto, del 14 de noviembre de 2008, además de fundarse en razones de normativa constitucional, en definitiva las mismas que obligan en la Argentina, entre otras cuestiones, señala:

1)”Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, éstos han aumentado. En Estados Unidos, en los primeros diez años, se triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España”;

2) “El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más a los más débiles”.

3) “La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de la vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia. La biología ha evolucionado mucho. Descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in vitro y el ADN con la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser”. Nuestra Academia Nacional de Medicina ha dicho lo mismo en reiteradas ocasiones, y así lo han hecho también diversas instituciones científicas.

Nuestro Ministro de Salud no piensa lo mismo. Con ocasión del actual debate sobre el proyecto de ley de aborto a voluntad, ha dicho: “…la células son vida pero no estamos hablando de personas. Si no, sería el mayor genocidio mundial el que está haciendo todo el mundo legalizando el aborto”.

¿De qué especie “son vida las células”? ¿Animal o vegetal? Si es animal, ¿no racional o humana (no hay otras especies)? El concebido no es ni vegetal ni animal no racional, entonces esas células son humanas, en tanto sólo pueden pertenecer a un ser humano, que no es la madre.

Precisamente el Código Civil considera a ese conjunto de células como “personas”, siempre que el feto nazca con vida, para lo cual no hay que matarlo. También lo hace la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que dice que el concebido es persona y que persona y ser humano son términos equivalentes.

¿En todo el mundo legalizan el aborto? No es cierto, y donde lo han hecho, ello no es pacífico, como en Estados Unidos, incluso 35 años después de su admisión. De todas maneras, el mundo del norte (donde las naciones abortistas son mayoritarias) no goza de buenos antecedentes en materia de protección de la vida humana. Nagasaki, Hiroshima, los campos de exterminio, las dos guerras mundiales (salvajes como nunca en la historia) con un “descanso” entre sí de sólo 20 años, Vietnam, las masacres estalinistas, la casi guerra nuclear (Corea, crisis de los misiles), la detente por el terror, el secuestro de poblaciones enteras para someterlas a la esclavitud, etc., no son precisamente buenos ejemplos de naciones defensoras de la vida, ni siquiera defensoras de la inclusión y el trato humanitario (v.gr., cuestión de los migrantes). A veces –muy a menudo, lamentablemente- la humanidad desata sus taras más crueles y atroces. También lo hemos padecido en la Argentina.

¿Ha advertido el Ministro que su frase podría ser transformada en afirmativa? Es decir, si el concebido es un ser humano, se está cometiendo el mayor “genocidio” (en el sentido de crimen masivo; de todos modos, esta es la expresión que utiliza el Ministro) de la historia. ¿Se arriesga el Ministro de Saludo a impulsar una hipótesis de este tipo?

¿No debería ser esta cuestión debatida con mayor profundidad a nivel científico antes que a nivel político?

¿Y si estamos dando vía libre al genocidio? Pero, en este caso, a un genocidio que ni siquiera puede excusarse en alguna supuesta, aunque falsa, culpa del exterminado, como en El Proceso kafkiano, donde el “Sr. K” era juzgado sin que ni él ni sus acusadores y jueces conociesen la imputación.

¿Existe el síndrome poscoronavirus?

Los supuestamente recuperados de la enfermedad del nuevo coronavirus siguen sin dejar de presentar síntomas, según varios casos de estudio. ¿Qué significa?

Al principio de la pandemia, muchas personas creían que el COVID-19 era una enfermedad a corto plazo. En febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud, utilizando los datos preliminares disponibles en ese momento, informó que el tiempo desde el inicio hasta la recuperación clínica para los casos leves era de aproximadamente 2 semanas, y que la recuperación duró de 3 a 6 semanas para los pacientes con enfermedad grave o crítica. Sin embargo, más recientemente, ha quedado claro que en algunos pacientes los síntomas debilitantes persisten durante semanas o incluso meses. En algunos de estos pacientes, los síntomas nunca han desaparecido.

Mientras las afecciones al corazón, que se dan en pacientes sin antecedentes, los pulmones, que pueden quedar completamente irreconocibles, y el cerebro, que sufre falta de oxígeno por su capacidad neuroinvasiva, requieren un seguimiento extendido en el tiempo, pacientes asintomáticos desarrollan nuevos síntomas, que perduran hasta meses después de superar la enfermedad.

Un conjunto de estas consecuencias se ha denominado síndrome pos-COVID-19 y, según el principal epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci,podría llevar 1 año dar con la clave de su extensión y riesgos.

En esta misma línea, el SARS de 2002, de la familia de los coronavirus, también dejó daños crónicos y persistentes en muchos de los recuperados. Con este, el coronavirus actual conocido como SARS-CoV-2, comparte el 80% de su código genético, según una investigación publicada en la revista científica The LancetPor ende, muchas de las investigaciones que siguieron casos de SARS hasta unos 8 años después, sirven de referencia para la actual pandemia.

“Al igual que sucedió después del brote de SARS, una parte de los pacientes afectados por COVID-19 desarrolla síndrome post-viral”, ratificaban ya en junio los investigadores de la Universidad de Manchester, Reino Unido.

Para entonces, ya sugerían dar prioridad a examinar la prevalencia de los síntomas relacionados con la fatiga tras la infección con COVID-19, y explorar técnicas de coste relativamente bajo para tratar la fatiga viral, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los afectados.

Pero, ¿qué es el síndrome pos-COVID-19? La enfermedad COVID-19, -aunque muchos síntomas aparezcan en el mismo orden-, no afecta a todos los individuos por igual. Algunos son asintomáticos, casos leves o graves y, según la edad, manifiestan síntomas diferentes en la detección de la misma. La recuperación y las secuelas persistentes también varían en relación con los casos, independientemente de si han pasado más o menos gravela enfermedad.

Un conjunto de estas secuelas se ha empezado a describir como un síndrome poscoronavirus, que afecta a algunos pacientes incluso meses después de la recuperación. Sin embargo, aún falta consenso en torno a cómo aparece, a quién afecta, por qué y cuánto duran las secuelas.

Por ello, tanto el Instituto Nacional de Salud, Pulmones y Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, como el Instituto Nacional de Investigación en Salud de Reino Unido, han anunciado estudios que siguen en curso.

Sin embargo, investigaciones publicadas en JAMA y British Medical Journal, a expensas de un seguimiento prolongado, sostienen: “El 87,4% de los pacientes informó de la persistencia de al menos un síntoma, particularmente fatiga y disnea. Los pacientes con neumonía extrahospitalaria también pueden tener síntomas persistentes, lo que sugiere que estos hallazgos pueden no ser exclusivos de COVID-19”.

¿Quién puede tener el síndrome pos-COVID-19? “Es una minoría de pacientes, pero todavía estamos hablando de cientos de miles de personas”, manifestó en diálogo con la revista Health Robert Wood Johnson, profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Rutgers, Nueva Jersey, Estados Unidos.

El síndrome poscoronavirus lo pueden desarrollar los recuperados de la infección con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que han contraído la enfermedad tras entrar en contacto con partículas exhaladas cargadas de virus por una persona contagiada. Estos, hasta el momento, parecen ser alrededor del 10% de las personas con COVID-19, especifica Wood.

“Algunos pacientes nunca fueron admitidos en la UCI o siquiera hospitalizados”, confesó a Health la doctora Rebecca Keith, codirectora de la Clínica de Recuperación Respiratoria de National Jewish Health (Denver, EEUU), quien explicita que algunos han desarrollado síntomas completamente nuevos.

Algunas de las afecciones típicas de la patología persisten también en el síndrome pos-COVID-19: problemas respiratorios y cardiovasculares, dolor muscular y en las articulaciones, erupciones cutáneas, mareos, confusión, cambios en la visión, depresión y ansiedad, según una encuesta a 1.500 individuos, realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, Estados Unidos.

Las dos primeras, relacionadas con los pulmones y el cerebro -sobre todo por falta de aire, fatiga prolongada y dificultad para concentrarse-, son de las más frecuentes y coinciden con la manifestación del anterior SARS: “Se observó un deterioro significativo en la superficie para el intercambio de gases en el 15,5% de los supervivientes. La discapacidad funcional parece desproporcionada con el grado de deterioro de la función pulmonar y puede estar relacionada con factores adicionales como el desacondicionamiento muscular y la miopatía por esteroides”, recoge una de las investigaciones del SARS de 2002, que no llegó a propagarse como el actual coronavirus. En esta, los autores señalaban que la capacidad de ejercicio y el estado de salud de los supervivientes eran considerablemente inferiores a los de la población hasta a los 6 meses de la recuperación.

“No se comprende bien por qué las personas experimentan fatiga, pero es probable que tenga que ver con la desregulación del sistema inmunológico, la inflamación continua en el cuerpo (que se manifiesta en niños como un síndrome poscoronavirus especial, y puede aparecer bruscamente sin indicios) y el daño directo al cerebro o a la médula espinal”, detalló al mismo medio Esther Melamed, profesora asistente de neurología en la Escuela de Medicina Dell de la Universidad de Texas, en Austin, también en EEUU.

Como se ha mencionado con anterioridad, se siguen reportando casos de pacientes, supuestamente recuperados, que tienen síntomas de COVID-19. Pero investigaciones del SARS anterior, de la familia de los coronavirus, da pistas sobre la evolución del mismo. Un estudio de 2011 a 109 pacientes de SARS en Toronto, Canadá, descubrió que la mitad de los afectados no había vuelto al trabajo un año después de salir de la UCI. Mientras, en Hong Kong, otra investigación de 2009 reveló que más del 40% de los pacientes tenían fatiga crónica años después de contagiarse. De hecho, el síndrome post-SARS crónico, asociado al coronavirus anterior, se definía también por fatiga persistente, dolor muscular, debilidad y sueño no reparador.

“Uno puede anticipar -y esto es una predicción- que una parte significativa de la población que trabajaba cuando se contagió del coronavirus podría no volver a trabajar”, explicó a Business Insider Harvey Moldofsky, un profesor de la Universidad de Toronto que estudió a los pacientes de SARS.

En esta misma línea, investigadores italianos han evaluado a 179 pacientes 2 meses después de que mostrasen los primeros síntomas y hallaron que un 44% había perdido calidad de vida. Muchos sufrían aún de fatiga, falta de aliento, dolores musculares y en el pecho. Y, más de la mitad de los supervivientes de Bérgamo, la ciudad que fue el primer epicentro del coronavirus en Italia, siguen sin recuperarse.

No está claro durante cuánto tiempo pueden permanecer estas molestias, ya que la investigación sobre el SARS -que ha servido, hasta ahora, como referencia- desapareció antes de que se desarrollasen tratamientos. De hecho, contó Moldofsky, algunos de los sanitarios salieron y entraron en el hospital durante años. Pero los datos actuales relativos al COVID-19 no permiten esbozar qué está pasando, señala el médico. “Estos números no muestran lo que está pasando”, insistió.

Según el principal epidemiólogo al frente de la pandemia en EEUU, Anthony Fauci, puede tomar hasta 1 año identificar si hay consecuencias a largo plazo a la infección -más si los números de contagio siguen alcanzando cifras récords globales-.

Además, dado que algunos pacientes prácticamente asintomáticos o casos leves desarrollan nuevos síntomas, la doctora Keith puntualizó que se tendrá que analizar a los pacientes en su totalidad. Es decir, con todo su historial clínico, lo que dificultaría un tratamiento generalizado. “Supongamos que tuvo una tos crónica durante años relacionada con el drenaje nasal o el reflujo y se controló. Si el COVID-19 exacerbó la sensibilidad de las vías respiratorias superiores, es posible que tengamos que regresar y tratar esos problemas subyacentes nuevamente”.

Coronavirus: Pfizer y BioNTech piden la autorización para su vacuna en Europa

ERLÍN.- Días después de solicitar la autorización de emergencia  de Estados Unidos para su vacuna para el Covid-19, hoy las compañías Pfizer y BioNTech pidieron la aprobación en Europa de su droga, que en los ensayos clínicos obtuvo una efectividad del 95%.

La noticia llega en medio de la segunda ola del coronavirus en el continente, que provocó varios confinamientos parciales en países como Alemania y el Reino Unido para evitar así los contagios que produjo la primera ola, que por ejemplo en España causó casi mil muertes en un día, a mediados de abril.

En este escenario, las dos empresas indicaron que la solicitud completaba el proceso de revisión iniciado con la agencia el 6 de octubre. Si se autoriza la vacuna, que ahora lleva el nombre de BNT162b2, podría empezar a utilizarse en Europa antes de final de 2020.

El laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech reportaron resultados finales de su ensayo el 18 de noviembre, que mostraron que su candidato a vacuna tiene una eficacia del 95% en la prevención sin problemas importantes de seguridad.

La petición presentada ante la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) se produce después de que las firmas presentaran el 20 de noviembre la solicitud de aprobación en Estados Unidos. La solicitud europea completa el proceso de revisión, que comenzó el 6 de octubre ante la EMA.

Antes de Navidad

Las esperanzas de una primera ola de vacunación contra el Covid-19 antes del final de 2020 recibieron un impulso de la empresa estadounidense Moderna, que pidió ayer la autorización de emergencia de su vacuna en Estados Unidos y Europa.

Moderna informó que los resultados completos habían confirmado una alta eficacia de la vacuna, estimada en un 94,1%.

Si la agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) confirma que el producto es seguro y efectivo, la primera de las dos dosis de la vacuna podría suministrarse a millones de estadounidenses a mediados de diciembre. “Creemos que nuestra vacuna proporcionará una nueva y poderosa herramienta que podría cambiar el curso de esta pandemia”, dijo el director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, cuyo proyecto está siendo estudiado en un ensayo clínico con más de 30.000 participantes en Estados Unidos.

La empresa espera tener unos 20 millones de dosis de la vacuna, llamada mRNA-1273, disponibles para el final de año. Y en 2021 confía en fabricar entre 500 y 1000 millones de dosis a nivel mundial.

Moderna busca la aprobación de emergencia de su vacuna contra el coronavirus

Moderna Inc dijo que pedirá el lunes la autorización de uso de emergencia en Estados Unidos y la Unión Europea de su vacuna contra el COVID-19, basada en los resultados completos de la última etapa de un estudio que mostró que su vacuna tiene una efectividad del 94,1%, sin preocupaciones serias de seguridad.

simismo, reportó un éxito del 100% en la prevención de casos graves. La solicitud convertirá posiblemente el producto de Moderna en la segunda vacuna que recibirá autorización de uso de emergencia este año.

“Creemos que tenemos una vacuna con una gran eficacia. Ahora tenemos los datos que lo demuestran”, dijo Ral Zaks, presidente médico de la firma, en una entrevista telefónica. “Esperamos jugar un papel importante en la derrota de esta pandemia”.

Zaks dijo que se emocionó al ver el resultado del 94,1% durante el fin de semana: “Es la primera vez que me permití llorar. Con este nivel de efectividad, cuando uno hace las cuentas de lo que esto significa para la pandemia que nos rodea, es simplemente apabullante”. (Reuters)

“ME ENORGULLECE ANUNCIAR HOY EL PRIMER EQUIPO DE COMUNICACIONES DE LA CASA BLANCA COMPUESTO ENTERAMENTE POR MUJERES”

Joe Biden presentó su nuevo equipo de comunicación para la Casa Blanca compuesto enteramente por mujeres. “Me enorgullece anunciar hoy el primer equipo de comunicaciones de la Casa Blanca compuesto enteramente por mujeres. Estas comunicadoras calificadas y experimentadas aportan perspectivas diversas a su trabajo y un compromiso compartido para reconstruir mejor este país”, dijo joebiden en una declaración. Jen Psaki, que fue directora de comunicaciones del presidente Barack Obama, será la secretaria de prensa de la Casa Blanca.

Alarma en China por un nuevo rebrote de coronavirus

Los casos fueron detectados en Manzhouli, en la frontera con Rusia. Cerraron escuelas y lugares públicos, suspendieron vuelos y prohibieron reuniones sociales.

China informó hoy nueve nuevos casos de coronavirus de transmisión local en la vasta región de Mongolia Interior, donde las autoridades cerraron escuelas y lugares públicos, suspendieron vuelos y prohibieron banquetes y otras reuniones sociales.

Los casos fueron detectados en Manzhouli, una ciudad de más de 200.000 habitantes ubicada en la frontera con Rusia.

Las autoridades ordenaron realizar test a todos los residentes para detectar nuevos casos, después de registrar rebrotes en otras partes del país la semana pasada.

FOTO: Nuevo brote de coronavirus en China.

El transporte terrestre desde y hacia Manzhouli se cortó y fue restringido el movimiento por toda la ciudad, informó la agencia de noticias china Xinhua.

China también reportó la semana pasada infecciones locales en el centro financiero de Shanghái y el puerto norteño de Tianjin, aunque en su actualización de cifras de la pandemia, el Gobierno no reportó hoy nuevos casos en esas ciudades.

Hasta el momento, las cifras oficiales de coronavirus en China son 86.490 contagios y 4.634 fallecimientos.

Más de 600 muertos por la pandemia de coronavirus permanecen en congeladores en Nueva York

Más de 600 cuerpos de neoyorquinos que murieron durante la crisis por la covid-19 durante esta primavera permanecen aún almacenados en congeladores en la ciudad, mientras la ciudad enfrenta una segunda ola de contagios con la llegada del frío.

El pasado abril se instaló una morgue de emergencia en el paseo marítimo del condado de Brooklyn, donde aún permanecen aproximadamente 650 cuerpos de víctimas de la pandemia cuyas familias no pueden ser ubicadas o no pueden pagar un entierro, señaló la Oficina del Médico Forense de la ciudad al Wall Street Journal.

Mientras el destino de estos cuerpos aún se desconoce, la ciudad reporta un considerable aumento de la cifra diaria de contagios, que podría dispararse con las reuniones sociales del Día de Acción de Gracias y las fiestas de fin de año.

De acuerdo con los datos provistos por la oficina forense, han tenido problemas para localizar a los familiares de unos 230 fallecidos. En esos casos, no es raro que los fallecidos se hayan separado de sus familias y que los datos de los familiares más cercanos puedan estar incorrectos.

Dina Maniotis, subdirectora ejecutiva de la oficina forense, recordó que todas las familias tienen derecho a solicitar un entierro gratuito en Hart Island y que algunas familias están confundidas sobre qué hacer.

La vacuna de Oxford y AstraZeneca tiene una eficacia del 70%

Pese a que el resultado contrasta con el de Pfizer y Moderna, aseguran que “será muy efectiva contra el Covid-19 y que tendrá un impacto inmediato en esta emergencia de salud pública”.

FOTO: Estudio comprueba que la vacuna de Oxford funciona según lo esperado.

Más de 23.000 voluntarios -la mitad en el Reino Unido y el resto en Brasil- participaron en la tercera fase de las pruebas clínicas organizadas por la universidad de Oxford, que ya dio buenos resultados de seguridad en la segunda fase. También se están llevando a cabo ensayos clínicos en los Estados Unidos, Japón, Rusia, Sudáfrica, Kenia y América Latina, y se prevé realizarlos en otros países europeos y asiáticos. En total, la compañía espera inscribir hasta 60.000 participantes en todo el mundo.

La farmacéutica informó en un comunicado según los ensayos clínicos realizados en el Reino Unido y Brasil.

Confirmó además que no se informaron hospitalizaciones ni casos graves de la enfermedad en los participantes que recibieron el tratamiento.