Ambos quedaron detenidos por el asesinato. El relato de una testigo.
El dramático caso de un bebé de cuatro meses salió a la luz en las redes sociales, donde días atrás los vecinos de la localidad misionera de Oberá advirtieron sobre su desaparición. Así la Justicia intervino de oficio y dio inicio a la búsqueda para dar tanto con él como con sus padres. Pero todo terminó de la peor manera ayer, cuando encontraron su cuerpo enterrado a pocos metros del arroyo Barrero, en una zona de pastizales.
“Se busca desesperadamente a este bebé. La madre está detenida. No se sabe si lo dio o lo vendió”, decía en Facebook una de las primeras publicaciones de los usuarios. La mamá, una joven de 23 años, estaba detenida por otra causa vinculada a un robo en el municipio de Alvear.
Con el correr de las horas, la mujer fue liberada y ella misma acompañó a los policías en los rastrillajes para encontrar a su hijo. No obstante, la mentira no llegó mucho más lejos. La madre terminó confesando que su marido había matado al recién nacido y aportó detalles precisos del lugar donde había enterrado su cuerpo.
De esta manera fue que este martes cerca de las 17 encontraron los restos en descomposición de la víctima e inmediatamente su mamá volvió a quedar bajo custodia. En tanto, más tarde detuvieron después a su pareja, un hombre de 32 años, sospechado de ser el autor material del crimen.
El caso está caratulado como “homicidio calificado”. El cuerpo del bebé fue trasladado a la morgue judicial de Posadas por orden del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Oberá. Mientras se espera el resultado de la autopsia para determinar la data y la causa de la muerte, la pareja detenida será indagada por en las próximas horas.
Una vecina de la madre acusada por el crimen de su bebé en Misiones: “Para mí, ella es una víctima”.
En diálogo con El Territorio, Agostina, una vecina de la mujer detenida, contó que el viernes pasado la acusada le pidió ayuda porque su pareja la maltrataba a ella y a su bebé, aunque la criatura ya no estaba con ellos.
“Llegaron a mi casa y me preguntaron cómo tenían que hacer para ir a Santa Ana. Andaban a pie y me pidieron agua. Todavía les dije que si estaban perdidos le podía decir a la Policía que los ayuden, pero él me dijo que no. Cuando le di agua a la chica vi que tenía una herida en la mano derecha, ella se acercó y me pidió que llame a la Policía, y ahí él salió corriendo”, detalló la testigo.
De acuerdo a su testimonio, la joven le dijo que “tenía un bebé que le entregó a una mujer que perdió el suyo, pero después se largó a llorar y me dijo que esa herida que tenía en la mano no era para ella, que era un machetazo del marido para para su bebé. Ahí me sentí un escalofrío”.