Cadena del Interior

viernes 18 octubre, 2024

V.M. Repararon un caño, pero le destruyeron la casa

Una sucesión de errores de los empleados municipales derivó en un peligro de derrumbe y hasta en el maltrato de algunos funcionarios municipales. 

Una vecina de La Ribera de Villa Mercedes contó que, en febrero de 2023, Obras Sanitarias Mercedes (OSM) fue a reparar un caño a la vuelta de su domicilio y que un error de los trabajadores le costó muy caro: el agua comenzó a borbotear dentro de su casa, le destruyó la pileta, el quincho, pisos y otras estructuras. La familia intentó por todos los medios que el Municipio se hiciera cargo, pero no obtuvieron respuestas y aseguran que se “lavaron las manos”.

La vivienda es la 9 de la manzana 7139, que está sobre calle Ana María Ponce. Sus vecinos habían denunciado una pérdida a unos metros, pero sobre Carrucaburu, ya que la cuadra “vivía” llena de agua.

“El lunes 6 vino una cuadrilla, rompieron el pavimento, cambiaron un caño y se fueron. El martes, antes de irme a trabajar, me encontré con todo el patio inundado, ya casi llegaba a la cochera”, recordó la propietaria, Cristina Riscosa, y agregó que su marido unas horas después la llamó para decirle que el agua ya salía con barro, desde los pisos.

En ese momento todavía no sabían que el problema se iba a transformar en una verdadera odisea y que nadie se iba a hacer responsable. “Estábamos desesperados, no dejaba de brotar y no sabíamos qué hacer. A través de un conocido contactamos al ingeniero Guillermo Girardi de OSM, que vino y constató que no era de cloacas. Le dijimos que a la vuelta habían hecho un arreglo, una vecina agregó que desde ese momento no tenía buena presión”, repasó la vecina.

Entre muchas idas y vueltas, el líquido partió la pileta, levantó baldosas y ocupaba pisos arruinando muebles. Finalmente, por la insistencia de los dueños, pudieron constatar que los trabajadores habían conectado mal el caño que arreglaron, lo pusieron en uno que había quedado enterrado de un antiguo obrador, de cuando se construyó el barrio: el agua de la red iba al interior de la casa.

“Girardi nos citó a las oficinas de OSM para arreglar el tema, cuando fuimos se lavó las manos. Sacamos una cita para hablar con el administrador, Sebastián Estrada, que fue muy malagestado, nos gritó y hasta le pegó un puñetazo al escritorio. Nos echó de su oficina haciéndonos responsables y que debíamos tener vergüenza de estar reclamando, porque los daños eran dentro de la vivienda”, expuso Riscosa.

La mujer señaló que ni Defensa del Consumidor ni la Policía les quisieron tomar la denuncia. Después de intentos de audiencias fallidos, pudo cruzar al intendente Maximiliano Frontera en un acto, que derivó el caso a su secretaria, pero luego todo se dilató. “Una geóloga nos dijo que si el agua corría 24 horas más iba a haber un derrumbe de nuestra casa, y de la de al lado, porque están pegadas”, expresó la vecina y añadió que los daños superan los tres millones de pesos.