Un ataque en el campo de refugiados de Nuseirat dejó al menos 18 muertos. En la ciudad de Jabaliya, aviones destruyeron una planta desalinizadora de agua.
Los bombardeos israelíes y los combates continuaban en la Franja de Gaza, donde la población palestina espera la llegada de más ayuda humanitaria luego de una resolución en ese sentido del Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras cinco días de arduas negociaciones para evitar el veto de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad adoptó un texto que exige el envío “inmediato” y “a gran escala” de ayuda humanitaria al territorio palestino, informó la agencia de noticias AFP.
El documento evita llamar a un “alto el fuego”, una condición inaceptable para Israel y Estados Unidos, su gran aliado, pero pide “crear las condiciones para un cese duradero de las hostilidades”.
Sin embargo, la puesta en marcha de la resolución suscitaba muchos interrogantes: la ayuda humanitaria, que entra en el enclave palestino con cuentagotas desde Egipto y desde el paso de Kerem Shalom, dista mucho de las necesidades de la población, al borde de la hambruna, según la ONU.
“El modo en el que Israel está desarrollando su ofensiva está provocando enormes obstáculos para la distribución de ayuda humanitaria dentro de Gaza”, expresó el secretario general de la ONU, António Guterres, en la red social X.
Antes de la resolución, Israel, que revisa los camiones que entran en Gaza, criticó la forma en que las agencias de la ONU distribuían la ayuda.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, insistió el viernes en esta cuestión.
“La decisión del Consejo de Seguridad subraya la necesidad de vigilar que Naciones Unidas sea más eficaz en la transferencia de ayuda humanitaria y de garantizar que la ayuda llega a su destino y no esté en manos de los terroristas de Hamas”, afirmó en X (antes Twitter).
Del lado palestino, el embajador ante la ONU, Riyad Mansur, afirmó que la resolución es “un paso en la dirección correcta” pero que debe ir acompañado por “un alto el fuego inmediato”.
Más tajante, el movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna en Gaza, consideró que la resolución es “insuficiente” y “no responde a la situación catastrófica creada por la maquinaria de guerra sionista”.
Israel prometió aniquilar a Hamas, tras su ataque sin precedentes del 7 de octubre, en el que murieron más de 1.100 personas, la mayoría civiles. Los milicianos también secuestraron a unas 250 personas -entre ellas una veintena con nacionalidad argentina-, más de un centenar fueron liberadas y 129 siguen cautivas en Gaza.
La respuesta militar israelí, por aire y tierra, ha dejado más de 20.000 muertos, sobre todo mujeres y menores, y más de 50.000 heridos, de acuerdo con Hamas.
Además, según un comunicado emitido este sábado por Israel, alrededor de 200 milicianos de Hamas y de la Yihad Islámica han sido detenidos esta última semana en Gaza y trasladados a territorio israelí.
Estos “agentes”, según el comunicado, serán sometidos ahora al interrogatorio de la Unidad 504 del Shin Bet y la Dirección de Inteligencia Militar, informó el diario Times of Israel.
De acuerdo con las estimaciones del Ejército, más de 700 milicianos han sido detenidos y llevados a territorio israelí desde el comienzo de la ofensiva en Gaza.
El Ejército difundió imágenes que muestran a soldados avanzando entre ruinas y abren fuego en Issa, en el sur de la ciudad de Gaza, con disparos de armas automáticas.
“Varias infraestructuras terroristas fueron localizadas, incluyendo edificios utilizados como emplazamientos militares por Hamas, y fueron destruidas”, agregó.
El Ministerio de Salud de Hamas reportó un bombardeo israelí en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, y afirmó que el ataque dejó al menos 18 muertos, entre ellos varios niños, y decenas de heridos.
El ataque ocurrió poco después de que aviones israelíes destruyeran una planta desalinizadora de agua en la ciudad de Jabaliya, en el norte del enclave palestino.
El conflicto ha destruido gran parte de Gaza, un exiguo territorio de 362 kilómetros cuadrados y 2,4 millones de habitantes
Además, decenas de personas murieron en ataques israelíes con cohetes y artillería contra edificios residenciales en el campo de refugiados de Jabaliya”, según la cadena de televisión qatarí Al Jazeera.
Asimismo, la Media Luna Roja Palestina denunció otro “intenso bombardeo” sobre la ciudad de Jan Yunis, en las inmediaciones del Hospital Al Amal.
“Mi mensaje para el mundo es que nos miren, que nos vean, que vean que estamos muriendo. ¿Por qué no prestan atención?”, se lamentó Wala Al Medini, una desplazada que tuvo que dejar el campamento de Bureij, tras recibir un aviso de evacuación del ejército israelí.
Los bombardeos israelíes han forzado a 1,9 millones de personas a abandonar sus casas, un 85% de la población
El anunció del Ejército de Israel llevó a miles de palestinos a huir hacia Deir al Balah, el refugio más cercano de las hostilidades.
“Más de 150.000 personas se han visto afectadas y la zona ya está abrumada por los desplazados, incluidos los refugios de la Unrwa”, informó en X el responsable para Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Thomas White.
El conflicto ha destruido gran parte de Gaza, un exiguo territorio de 362 kilómetros cuadrados y 2,4 millones de habitantes.
Los bombardeos israelíes han forzado a 1,9 millones de personas a abandonar sus casas, un 85% de la población, según la ONU.
Tras más de dos meses de guerra, solo nueve de los 36 hospitales en el enclave están en funcionamiento y de forma parcial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El secretario general de la ONU recordó el viernes que 136 trabajadores de la ONU murieron en 75 días
El secretario general de la ONU recordó el viernes que 136 trabajadores de la ONU murieron en 75 días.
Esto es “algo que no se había visto nunca en la historia de la ONU”, advirtió Guterres en X, y agregó que “la mayoría” del personal de Naciones Unidas “se ha visto obligado a abandonar sus hogares”.
Solo un cese del fuego humanitario permitirá “comenzar a responder a las necesidades desesperadas de la población de Gaza y poner fin a su pesadilla”, agregó.
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó de que “la hambruna es inminente en Gaza”.
A nivel diplomático, continúan los esfuerzos de Egipto y Qatar para conseguir una nueva tregua, después del cese de una semana a finales de noviembre, que permitió la liberación de 105 rehenes y 240 palestinos detenidos en Israel. (Télam)