El subjefe de la Policía, comisario general Ariel Leclerc, contó detalles del momento en que el femicida decidió admitir el crimen.
Leclerc indicó que el peso de “la carga probatoria lo hizo confesar el crimen, a sabiendas que no tenía mucho más para ocultar”.
“Quizá fue un gesto humanitario hacia alguien al que le ha tenido sentimientos, tal vez eso lo llevó a hacer aportes para achicar los tiempos de búsqueda”, agregó el funcionario policial.
En ese sentido, consideró que el caso “está casi cerrado”. “Queda trabajo por hacer y la tarea de investigación culmina cuando hay sentencia, pero la causa está prácticamente cerrada”, señaló.
Las muestras de sangre humana detectadas con luminol en la parte trasera y en el volante del Renault Fluence, propiedad de Galván, fueron claves en la causa.
Leclerc indicó que la investigación orientaba a los pesquisas hacia el viejo Camino del Cuadrado: “Se lograron detectar imágenes de cámaras públicas y privadas de la ruta 38. Eso nos permitió establecer horarios y posiciones”.