Cadena del Interior

sábado 21 diciembre, 2024

Coronavirus: por primera vez se registran contagios en la Antártida

Era el único lugar del planeta al que no había logrado “entrar” el COVID-19. Ocurrió en una base chilena y hay 36 personas contagiadas.

La Antártida, el único continente en ocho meses que no había sido alcanzado por la pandemia de coronavirus, registró sus primeros casos. El Ejército de Chile informó que personal de la base antártica “Bernardo O’Higgins Riquelme” presentó síntomas asociados a COVID-19, por lo cual se decidió evacuarlos, según un comunicado oficial.

Después de haber sido sometidos a un control médico y a un test PCR, se constató que 36 personas resultaron infectadas: 26 miembros del Ejército chileno y 10 trabajadores de mantenimiento.

Todos se encuentran aislados y monitoreados, “logrando hasta el momento contar con un diagnóstico favorable y sin ningún tipo de complicación asociada al COVID-19”, agregó la institución.

El contagio se remonta a la reciente visita a la base del buque “Sargento Aldea” de la Marina chilena, que cumplió entre el 27 de noviembre y el 10 de diciembre labores de sostenimiento logístico.

Al terminar su misión y arribar al puerto de Talcahuano (sur) el 16 de diciembre, se detectaron tres casos positivos de un total de 208 tripulantes. Luego de la confirmación de los casos, todos los tripulantes del barco fueron puestos en cuarentena a bordo del buque en Talcahuano. También se encuentran “en buenas condiciones de salud y cumpliendo los protocolos sanitarios vigentes”.

Antes, ya habían sido detectados casos positivos en el personal que desembarcó en la ciudad de Punta Arenas (sur) el 10 de diciembre, según informó en otro comunicado la Marina chilena.

Previo a la zarpada y como medida precautoria “toda la dotación del buque tuvo que someterse a un examen PCR. Una vez conocido su resultado y confirmada que toda la dotación del buque había arrojado un PCR negativo, la unidad zarpó desde esa ciudad hacia el continente Antártico”.

Hasta ahora, la Antártida era uno de los pocos lugares del mundo que se mantenía libre de coronavirus, después de que se incrementaran los controles y se cancelaran todos los viajes de turismo.

También se decidió trasladar al personal no indispensable y prohibir el contacto entre las cerca de 40 bases internacionales asentadas ahí.

Tratar de mantener el virus a raya en la Antártida no fue nada fácil. Todos los grandes proyectos de investigación en la Antártida se detuvieron. Como resultado, la investigación de científicos de todo el mundo fue interrumpida. Aunque el continente no tiene residentes permanentes, 1.000 investigadores y otros visitantes se alojaron en la isla durante el invierno, según la Associated Press.

En marzo, cuando el mundo se encerró en respuesta a la rápida propagación del COVID-19, los programas antárticos acordaron que la pandemia podría convertirse en un desastre importante. Con los vientos más fuertes del mundo y las temperaturas más frías, el continente aproximadamente del tamaño de los Estados Unidos y México ya es peligroso para los trabajadores en sus 40 bases durante todo el año.

Según un documento del Consejo de Gerentes de Programas Antárticos Nacionales visto por Associated Press: “Un virus novedoso altamente infeccioso con una mortalidad y morbilidad significativas en el entorno extremo y austero de la Antártida con una sofisticación limitada de la atención médica y las respuestas de salud pública es de alto riesgo con posibles consecuencias catastróficas”.