Cadena del Interior

sábado 9 noviembre, 2024

Sergio Lapegüe aseguró que aún tiene coronavirus en los pulmones: “No puedo caminar y hablar al mismo tiempo”

Después de estar 21 días internado dijo en TN que lentamente se recupera de la enfermedad y que hace ejercicios con kinesiólogos para aprender a respirar


Dijo que sintió que le pegaron “un mazazo en la cabeza”, por los duros momentos por los que le tocó atravesar

Con la felicidad de estar en su casa después de estar 21 días internado por coronavirus, el conductor de TN eltrece Sergio Lapegüe explicó que se siente bien pero que la recuperación es lenta, “muy de a poco”, que siente que debe “aprender todo de nuevo” y que todavía no puede “caminar y hablar al mismo tiempo”. Aclaró que tiene una neumonía grave y que hay COVID-19 en los pulmones, pero que de manera progresiva el virus va a desaparecer de su organismo.

Fiel a su estilo sostuvo que sintió que le pegaron “un mazazo en la cabeza”, por los duros momentos por los que le tocó atravesar en su internación, ya que estuvo en terapia intensiva. Explicó que pasó por situaciones muy angustiantes, pese a que es optimista, y que hubo momentos en los que se “cayó” y se sintió “muy mal”. Explicó que en esas situaciones se apoyó en su familia y en toda la gente que en este tiempo le expresó su afecto y sus deseos de que se recuperara.

Dijo que todo empezó mientras hacía actividad física y comenzó a sentir que le faltaba el aire. Pensó que se trataba de una ola de calor pero luego tuvo tos y fiebre, dos de los principales síntomas del coronavirus. Los médicos le recomendaron que consultara a un neumonólogo, que le pidió que “vaya urgente” a un centro médico, y se dirigió al Sanatorio Juncal de Temperley.

Inicialmente le hicieron una tomografía computada, que determinó que tenía filamentos de COVID-19 en el pulmón, cerca del corazón. Luego le hicieron hisopados y ordenaron que quedara internado, y dijo que “no lo podía creer”. Expresó que fiebre que tuvo era “mortal”, de entre entre 38° y 39°, y que sentía que tenía el “cuerpo tirado”, no solo por la temperatura sino porque no podía respirar bien.

Contó que al cuarto o quinto día de internación no le bajaba la fiebre y que cuando quiso ducharse se desvaneció. En ese momento los médicos hicieron una junta y decidieron que lo derivaran a terapia intensiva. El conductor contó como fueron esos duros días: “Estaba solo, es un lugar donde entran pocos médicos enfermeros, camuflados, y no sabía quiénes eran”.

Destacó el casco “Helmet” que le colocaron, que tiene forma de escafandra de buzo y que asegura que le “salvó la vida”. Reconoció que aunque se sentía “claustrofóbico” con ese dispositivo puesto le permitió ayudarlo a respirar mejor, de a poco. Para graficar el estado de sus pulmones dijo que se veían “como si se hubiera roto una botella de vidrio”, y que con el casco los alvéolos empezaron a abrirse de a poco, lo que le permitió respirar mejor.

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