Villa Ballester: la historia del cocinero al que mataron “por placer”
Leandro López Lucchetta (24) fue apuñalado cuando volvía de trabajar de un resto-bar. Hay dos detenidos.
Leandro López Lucchetta (24) no tenía celular. Le fascinaba caminar y su único sueño a corto plazo era comprarse una bici. Trabajaba todos los días, menos los lunes, como cocinero en un resto-bar de Florida (Vicente López). El viernes, pasada la una de la madrugada, estaba a cuatro cuadras de su casa, en Villa Ballester (San Martín), cuando lo atacaron y lo mataron de una puñalada en una pierna que le afectó la arteria femoral. Los dos sospechosos fueron detenidos.
La víctima no llevaba nada de valor encima. Minutos antes, había comprado un atado de 10 cigarrillos marca Lucky Strike en un quiosco, apenas bajó del colectivo 130, tras lo cual tenía que recorrer a pie unas 15 cuadras. Llevaba una bolsa con su cofia y una campera. Lo único que no encontraron en la escena del crimen fueron las llaves de su hogar. Hacía un mes y medio se había ido a vivir con su amiga Aldana Vaccaro (23), con quien se conocía de chicos.
“Nos vemos gorda, te amo“, le dijo el jueves, a las cinco y media de la tarde, cuando ella lo llevó en su auto hasta Ucci, adonde llevaba unos tres meses trabajando. Antes había estado ocho años en una estación de servicio Axion, en Munro, también en la cocina. “Entró a los 15 como un hobby y siguió. Le apasionaba cocinar, inventaba cosas. Empezó a estudiar Bioquímica, pero dejó por la pandemia”.
Horas después del crimen, personal de la comisaría 2da. de San Martín arrestó a dos sospechosos en un domicilio de José León Suárez. Según fuentes policiales, se trata de Cristian Ariel Céliz (22) y Daniel Esteban Villalva (31), quien habría sido el que apuñaló a Leandro. Los investigadores creen que el móvil fue un intento de robo, aunque los allegados a la víctima aseguran que “lo tenían fichado” y lo “mataron por placer”, ya que lo atacaron y escaparon corriendo sin llevarse sus cosas.
Las imágenes de las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo de la Municipalidad de San Martín permiten reconstruir la secuencia del homicidio, ocurrido en la calle Artigas al 2600. En los allanamientos a los sospechosos, secuestraron prendas de vestir similares a las utilizadas por los homicidas, dos cuchillos de 20 centímetros de largo y seis teléfonos celulares de distintas marcas.
“La ropa que usaron coincide y aparte tenían objetos injustificables económicamente con su modo de vida. Uno tiene claritos en el pelo, como se ve en los videos”, dice Aldana.
La joven solía llevar y buscar a Leandro a su trabajo, tres veces por semana. Si él salía a las 23 del resto-bar, podía tomarse el colectivo 343, que lo dejaba cerca de su casa. Pero si lo hacía después de ese horario, tenía que volver en el 130, que lo dejaba más lejos.
Tras el ataque, López Lucchetta caminó malherido unos 50 metros, hasta que se desplomó. Una pareja lo asistió, pero no pudo hacer nada. Murió desangrado, antes de que lo trasladaran al Hospital Belgrano.
El cocinero era de Vicente López. Su madre biológica padece esquizofrenia. Él consideraba su mamá a Paula, por eso llevaba el apellido de ella (De la Cuesta), después del López, en las redes sociales. Había decidido mudarse con su amiga, que tiene dos hijos y una casa amplia. “¿Y si me voy a vivir con vos?”, le propuso. Aldana aceptó de inmediato. “Teníamos esa clase de amistad, no fue algo que planificó, se vino a vivir conmigo. Nos conocíamos desde los seis años y compartíamos las amistades. Todos trabajamos, nuestra diversión era ir al río a tomar una cerveza, juntarnos en la casa de alguien”, dice.
La joven comenta que la familia de Villalba la amenazó en las redes sociales tras compartir imágenes de los dos detenidos. “Te voy a matar a vos y a toda tu familia“, le advirtió una tía del mayor de los sospechosos. Su temor, como el del resto de los allegados a Leandro, es que los dejen libres. Por eso marcharon el sábado. Este lunes, ambos serán indagados por el fiscal de la UFI N° 6 de San Martín, Ernesto Farber.