Cadena del Interior

martes 8 octubre, 2024

Escándalo en Tartagal: vacunaron a periodistas, tres dirigentes sociales y una diputada provincial

También le aplicaron una dosis a una cronista. La explicación del hospital de Tartagal en medio de denuncias de irregularidades y fallas en el sistema.

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Una polémica explotó en Tartagal (Salta) después que se conoció que tres dirigentes de movimientos sociales, dos periodistas y una legisladora provincial oficialista recibieron dosis de la vacuna Sputnik V en momentos en que la Argentina lleva adelante una campaña de inmunización.

La vacunación, en principio, está reservada solo a personal de salud. En este caso, se realizó en el hospital Juan Domingo Perón de la ciudad de Tartagal, que está en el centro de una investigación por irregularidades.

Según el diario El Tribuno, uno de los periodistas que recibió la vacuna en ese nosocomio es Marcelo Torres, quien trabaja en la radio oficial del municipio FM Ciudad. “Personal no esencial recibió la vacuna en Tartagal”, reconoció el gerente del hospital, Juan López. Otra de las personas que recibió la vacuna es una productora, esposa de uno de los periodistas.

El periodista admitió que recibió las dos dosis de la vacuna y reconoció que no es personal esencial ni paciente de riesgo. “No tengo parentesco con ningún funcionario ni soy ahijado ni nada” de ningún político, indicó. El periodista dijo que recibió la primera dosis el 29 de diciembre, el mismo día en que comenzó la campaña de inmunización en la provincia, porque varios miembros del personal de salud se negaron a inmunizarse, según dijo, “por la desinformación que había en ese momento” sobre la vacuna rusa y porque otros “dijeron ´nosotros queremos festejar y vamos a tomar un poco en Año Nuevo y es inapropiado ponerse la vacuna´”.

Torres, de 55 años, dijo que entonces el gerente del hospital preguntó a los periodistas que habían ido a cubrir la información si alguno quería vacunarse. “Si no vacunamos -dijo López según la versión de Torres- perdemos las vacunas”. “Yo me hago responsable de mi vacuna. El pecado fue ser voluntario”, afirmó. Incuso, dijo que entre los vacunados ese día había trabajadores de una empresa de servicios de energía eléctrica.

A su vez, el gerente del hospital coincidió con la versión de Torres y explicó que la decisión de vacunar a personas que no forman parte del sistema de salud ni del grupo de adultos mayores o de riesgo, se tomó porque parte del personal sanitario del centro asistencial se negaba a inmunizarse.

“Se hacían diversas especulaciones en cuanto a que no había completado todas las fases necesarias para ser aplicada en humanos y se debatía ampliamente que en Argentina íbamos a ser prácticamente una especie de conejillos de indias. Esta situación generó tal desconfianza que ni el propio personal de salud tenía confianza en aplicársela”.