Viajaron 175 pasajeros, a los que les deberán hacer un test PCR excepto a los que presenten una prueba con resultado negativo que se hayan hecho allá.
Llegó al aeropuerto de Ezeiza el último vuelo autorizado procedente de Reino Unido. La Argentina suspendió los vuelos desde y hacia ese país por la nueva cepa de coronavirus que se detectó allí. Arribaron al país 175 pasajeros, que se deberán realizar un test PCR. Excepto los que presenten una prueba con resultado negativo con un test “confiable” realizado en Inglaterra, que determine que no están infectados con la variante de la enfermedad.
Se trata del vuelo BA245 de la empresa British Airways, que llegó al aeropuerto internacional a las 9.10 procedente de Londres. Se dispuso un operativo especial en la terminal aérea para garantizar el aislamiento de los pasajeros, que tuvieron que esperar para desembarcar hasta que el hall de Migraciones estuviera vacío. Ya que minutos antes habían llegado otros pasajeros, desde París y Madrid.
Además del control de temperatura que realizan automáticamente las cámaras térmicas ubicadas en un sector del pasillo de ingreso a Migraciones, a los pasajeros les realizaron un test PCR que detecta la nueva cepa de COVID-19. No se someten a esta prueba aquellos que presenten un examen con resultado negativo realizado en Gran Bretaña.
El test es nasofaringeo y se realiza en un laboratorio armado especialmente en una zona restringida del aeropuerto. Los que hayan dado negativo podrán entrar al país sin problemas y deberán notificar el domicilio donde cumplirán una cuarentena de siete días, como lo determinó el ministerio de Salud para las personas que provengan del Reino Unido. La tripulación volverá a Londres y no hará cuarentena en Buenos Aires.