El organismo regulador de medicamentos dio el visto bueno al corroborar que su eficacia es elevada en todos los grupos etarios y que cumple los criterios de seguridad.
El organismo regulador de medicamentos de Suiza aprobó hoy la vacuna contra el covid-19 desarrollada conjuntamente por Pfizer y BioNTech, que fue la primera en utilizarse contra esta nueva enfermedad en el mundo y que hace unos días empezó a inocularse en Estados Unidos.
Se trata de la primera autorización mundial para una vacuna anticovid en el marco de un procedimiento ordinario y no urgente, como el que se ha utilizado en EEUU y bajo el cual está siendo evaluada por las autoridades reguladoras de la Unión Europea, cuya competencia no alcanza a Suiza por estar fuera del bloque comunitario.
La vacuna en cuestión ofrece una protección del 94,5 %, que se alcanza siete días después de haberse recibido la segunda dosis, según los datos aportados por la compañías y revisados por los expertos.
Según el organismo suizo, Swissmedic, esos datos corroboran que su eficacia es elevada en todos los grupos de edad y que se cumplen los criterios de seguridad exigidos, lo que le permitió concluir que el beneficio de la vacuna es superior a sus riesgos.
En un comunicado, agrega que los efectos secundarios más frecuentes que se documentaron son comparables con los provocados por la vacuna contra la gripe estacional. La eficacia óptima se alcanza tras la segunda dosis que debe administrarse al menos 21 días después de la primera.
Paralelamente, Swissmedic puso en marcha un sistema especial en línea para que los profesionales de la medicina declaren cualquier sospecha de efectos secundarios no documentados.
Asimismo, exigirá al fabricante que continúe recogiendo información sobre seguridad, eficacia y calidad de la vacuna.
Pfizer indicó que de acuerdo a sus proyecciones actuales, su red de fabricación combinada con la de BioNTech podría suministrar 1.300 millones de dosis de la vacuna de aquí a finales de 2021.
El anuncio del visto bueno del organismo regulador suizo se da en un contexto desfavorable para el país alpino. El jueves pasado el Gobierno había ordenado el cierre de todos los restaurantes, bares y lugares de recreación culturales y deportivos durante un mes debido a un aumento de los casos de coronavirus.
El Gobierno dijo en un comunicado que el confinamiento, que empezará el martes próximo, era necesario porque “los hospitales y trabajadores de la salud estuvieron bajo una presión extrema desde hace semanas”. Además, “el período festivo incrementa el riesgo de un crecimiento aún más rápido de los casos” por las esperadas reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo en pleno invierno en Europa.
El país alpino, de 8,5 millones de habitantes, acumula más de 400.000 contagios de coronavirus y más de 6.500 muertes. El Gobierno federal autorizó a los 26 cantones o provincias que forman el país que decidan si abren sus centros de esquí. Su apertura genera preocupación en algunos países vecinos de Suiza.