El intendente cierra el primer año del mandato acorralado por el descontento de una considerable parte de los vecinos y el acuerdo con una empresa que signará su gobierno.
El intendente Sergio Tamayo le pidió la renuncia a todo el elenco de funcionarios el mismo día que un fiscal aceptó la denuncia contra él por la firma del convenio que reconoció una deuda a favor de Edesal de $25 millones.
El misterio que le imprimió al acuerdo, por el cual hizo renunciar a la comuna a un crédito de $64 millones y le cedió a la empresa el cobro de las tasas, y el manejo del pedido de juicio político le están haciendo pagar un alto costo.
Con el caso que se le está convirtiendo en un escándalo clausura el primer año en el que consumió más de la cuenta del capital político.
Desde el mismo Gobierno municipal se adjudicó que el intendente precipitó este jueves el pedido de renuncias a raíz del “aumento de los reclamos” por la iluminación y el agua. La deficiente prestación de ambos servicios se advierte desde que entró a la Municipalidad, no es un fenómeno o relajamiento de fin de año que justifique provocar un shock interno.
La pandemia y la herencia no pueden ser esgrimidas por el intendente como excusas ante la improvisación, desorientación y falta de expertise exhibida a lo largo de 12 meses. No estaba preparado para gobernar el candidato de Alberto Rodríguez Saá.
El intendente asumió sin un plan y tampoco lo diseñó una vez que tuvo las llaves de la ciudad. Entonces lo que está pasando no debe sorprender porque es el resultado justamente de un piloto que mostró limitaciones y tiene gabinete, pero no cuenta con un programa de gobierno y carece de un equipo de gestión.
En el errático primer año, el intendente se permitió actuar en varios casos con la discrecionalidad y prepotencia propia del rodriguezaismo. Las dudas a esta altura pueden traducirse en sospechas porque no hubo predisposición para transparentar actos como la compra directa a una empresa de 7 mil bolsones de alimentos destinados a sectores vulnerables por $5.026.000.
Con la noticia de las renuncias se buscó llevar la atención hacia otro lado. Por WhatsApp los funcionarios recibieron la notificación de que deben cumplir este viernes con la formalidad de presentar los textos de dimisión.