El relato de una testigo de lo que ocurrió anoche en el country Camino Real apunta a un hombre calvo y robusto que no es miembro del plantel de jugadores del club. La fiscal Laura Zyseskind investiga el caso.
La investigación de la fiscal Laura Zyseskind, especializada en violencia de género, la misma fiscal que logró la condena al femicida Fernando Farré, avanza para esclarecer lo sucedido anoche en una casa en el lote 56 del barrio cerrado Camino Real en Zona Norte. Poco después de la medianoche, la Policía Bonaerense acudió al lugar tras una grave denuncia: una mujer aseguraba haber sido abusada sexualmente en una fiesta protagonizada por jugadores de Vélez Sarsfield, entre ellos Ricardo Centurión.
La víctima, una mujer de Villa Urquiza de 28 años, declaró ante la fiscal interviniente al igual que dos testigos. Centurión fue desligado, por ahora, en los primeros relatos, al igual que Martín Lucero, el inquilino de la casa donde ocurrió la fiesta. El principal sospechoso es un hombre cuyo apellido sería Acuña, calvo, robusto, vestido con bermudas de jean, que no es jugador del club.
Aparentemente, la víctima no tendría recuerdos del hecho. Un relato señala que la joven estaba desmayada “con una jarra de plástico en la mano” cuando la encontraron. Si efectivamente fue drogada es algo que deberá demostrar una pericia toxicológica. Ese dato surge de una declaración tomada en una comisaría de la Policía Bonaerense. Quien habla en este testimonio es una amiga de la víctima, una mujer porteña de 36 años. Y lo que dice puede ser revelador.
La testigo habla de diversos encuentros sexuales que ocurrieron en la casa, de la presencia en el lugar de Thiago Almada, también jugador de Vélez, una de sus estrellas en ascenso.
Aseguró conocer a la víctima hace un año. Ayer por la tarde fue invitada a la fiesta en la quinta a través de una amiga: la invitación a su amiga se la hizo, precisamente, Ricardo Centurión. Así, llegaron a Camino Real a las 18 del jueves. Centurión se encargó de abrirles la puerta. Luego, detalló la presencia de varias mujeres en el lugar, así como de otros hombres, 20 personas en total. En un momento, la víctima dice: “Tengan cuidado, me acaban de robar”. Hablaba de su celular, lo que sumó la imputación más tarde: la causa de la fiscal Zyseskind contiene los delitos de abuso y también de robo.
Tras mencionar encuentros sexuales que ocurrieron en el lugar, la testigo afirmó que a las 21:45 buscó a su amiga, que estaba supuestamente en el piso de arriba. Recorrió la casa sin encontrarla, habló de una puerta cerrada, luego abierta. Describió a la víctima “desmayada en la cama junto a una jarra de plástico” con el sospechoso calvo y robusto junto a ella. La testigo estaba convencida de que su amiga había sido abusada. Así, comenzó a gritar. Otras chicas subieron a auxiliarla.
La víctima fue llevada al baño entre varios, donde comenzó a vomitar y volvió a perder el conocimiento. La testigo ve al sospechoso y lo golpea, una bofetada en la cara. Luego, se peleó con sus otras amigas, que decían que la víctima “estaba borracha”. “De lo que hablamos no tiene recuerdos de estar con este sujeto pelado”, continuó.
Luego la acompañó a realizar la denuncia y a que sea peritada en el Cuerpo Médico. Al salir, notó que le habían robado la cartera. La testigo aseguró en su relato que “todos fueron cómplices, que todos sabían lo que pasaba”. Uno de los presentes, afirmó, le pidió que “se calme y que no llame a la policía”.
Por lo pronto, no hay detenidos en el caso. Mariano Lizardo, abogado del club, se presentó este mediodía en la Fiscalía General de San Isidro tras enterarse de manera extraoficial del caso.