La fiscal Daniela Torrres de Villa Mercedes fue apartada de una causa y denunciada ante el Jurado de Enjuiciamiento y ante el Procurador Luis Martínez. La acusan de haberse quedado con dinero de un allanamiento.
Todo comenzó cuando María Lorena Rodríguez, madre de dos hombres implicados en un delito, solicitó que se le devuelva el dinero incautado en un allanamiento realizado en su domicilio. Los investigadores buscaban dólares pero encontraron dinero en pesos argentinos.
Para resolver el pedido de la mujer el juez Matías Farinazzo Tempestini fijó una audiencia que se suspendió dos veces a pedido de la propia fiscal Torres (el 12 de septiembre y el 9 de octubre). Y aunque Torres pidió una tercera postergación, el juez se la negó y la audiencia se llevó a cabo el 16 de octubre.
La defensa justificó el pedido del dinero en que la Justicia buscaba dólares, en cambio se secuestraron pesos. Y además el dinero le pertenecía a la mujer y no a sus hijos que eran los investigados.
Por su parte, la Fiscalía se opuso a la devolución bajo el el argumento de que podría ser el resultado de la venta de dólares. El juez determinó que en siete meses (desde que se cometió el delito hasta la actualidad) se hicieron pericias pero no dieron resultados positivos para la investigación. Y si bien valoró que Torres tenía previsto nuevas pericias, eso no debía “afectar el derecho de Rodríguez”. Por esto ordenó la devolución inmediata de $473.020.
A partir de allí empezó un extenso derrotero de Rodríguez para recupera la plata. En esa misma audiencia la fiscal Torres le mintió al juez cuando aseguró que el dinero secuestrado estaba en una cuenta judicial de la Procuración. El propio juez Farinazzo consultaría más tarde si esa cuenta existía y el resultado fue negativo.
Pero además, antes de f inalizar la audiencia, Torres expresó que iba a interponer un recurso de apelación con efecto suspensivo, y mientras estaba por resolver el juez, “sin pedir permiso ni haber f inalizado mi resolución ni la audiencia, junto a la fiscal Moyano, se levantan y se retiran de mal modo, por lo que dispongo solicitar a procuración sanción”, explicó el juez.
La demora en la entrega del dinero hizo que la mujer, a través de sus abogados, pidiera explicaciones formales respecto de la demora en la entrega del dinero, tal como lo había ordenado el juez.
Uno de esos reclamos fue contestado por la fiscal Torres de la siguiente manera, por medio de un mensaje de Whatsapp: “Sí ya vi. Yo entro de licencia. Besos mil”.
En los días posteriores siguieron los reclamos por la devolución de la plata y el juez recibió la respuesta formal del Procurador que confirmaba que la cuenta de Procuración nunca existió y, además, un detalle de lo secuestrado en el allanamiento inicial, donde no constaba que hubiera retirado el dinero.
El 29 de octubre la policía fue hasta la casa de Rodríguez. Le pidieron que fuera a la Comisaria 29º, que le devolverían el dinero.
Concurrió y dijo que la fiscal “llegó a las 21:15 en un móvil policial” y que ingresó “por la parte de atrás” del edificio.
Finalmente le entregaron su plata, aunque no el mismo monto (los $473.020 establecidos), sino $455.000.
El juez Farinazzo advirtió que el proceder de la fiscal fue contrario a la ley y que “ha procurado que un juez resuelva a su favor basándose en afirmaciones falsas, mintiendo en una audiencia y al día de la fecha no ha dado cumplimiento a la orden de devolver los $473.020 pesos argentinos secuestrados en el allanamiento”.
También denunció a Torres ante el Procurador Martínez, ante el Jurado de Enjuiciamiento, dispuso comunicar lo sucedido al Superior Tribunal, al Consejo de la Magistratura, a la Oficina de Sumarios Administrativos del Poder Judicial, y al Ministerio de Seguridad.
