Pese a que en muchas ocasiones su presencia puede ser inofensiva, algunas cepas pueden resultar extremadamente dañinas para ciertos grupos de riesgo
La bacteria Escherichia coli -más conocida como E. coli– ha sido la rsponsable de la infección alimentaria de 49 personas, diez de ellas hospitalizadas y una fallecida, que comieron en algunos locales de McDonald’s de hasta diez estados distintos de Estados Unidos, tal y como han informado desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Todos los afectados habían comido en el McDonald’s antes de ponerse enfermos, y además todos coincidieron en la ingesta de una hamburguesa específica: la Royal Cheese. A pesar de que, sabiendo esto, no se ha localizado qué ingrediente fue el que provocó los problemas de salud de los consumidores, se sabe que en alguno de ellos estaba la bacteria E. coli, detectada en todos los pacientes. Un parásito habitual en este tipo de intoxicaciones que, en muchos casos, no requiere de ningún tratamiento para la mejoría de los enfermos, pero que en ocasiones si produce graves complicaciones.
Una bacteria ‘olímpica’
La Escherichia coli es una bacteria que se aloja en los intestinos tanto de las personas como de los animales sanos. Muchas veces resultan incluso inofensivas, y solo son algunas cepas las que pueden provocar dolores en el abdomen u otros síntomas bien conocidas, como la diarrea, a veces con sangre, y los vómitos. La forma que tiene de llegar a nuestro organismo es a través del consumo de algún alimento contaminado, especialmente en vegetales crudos y carnes, además del agua.