Cadena del Interior

domingo 15 septiembre, 2024

Una mujer asegura que a su padre lo abandonaron

Lorena Barroso sufrió una odisea para que atendieran a su padre. Lo vieron en el Carrillo, pero lo devolvieron a su casa sin estudiarlo. Tiene frecuencia cardíaca de 40 latidos por minuto, le duele la zona izquierda del pecho y tiene mareos.

Se repite en nuestra sociedad un episodio tan aberrante como injusto: el maltrato a los ancianos. Este es el caso de Gregorio Barroso, quien padece mal de chagas. Su hija Lorena, junto a su familia vivió una odisea en busca de algún centro médico que lo atendiera y le hiciera los estudios para averiguar qué hizo que su frecuencia cardíaca estuviera baja, a 40 latidos por minuto. Ahora Gregorio aguanta en su casa “tiene mareos y dolor en la zona izquierda del pecho y en el brazo. Tiene dificultades para hablar”, dijo la mujer.

“El martes, alrededor de las 8.30 de la mañana recibí un llamado desde el campo, donde se encuentran mis padres, a 30 kilómetros de la localidad de La Toma. Me dijeron que estaba sufriendo un episodio, hasta hoy no sabemos qué fue, porque no lo quisieron atender”, contó la mujer, y siguió: “El cuerpo se le había paralizado a la mitad. Cuando llamamos al hospital de La Toma, nos dijeron que no les correspondía, mandar una ambulancia. Entonces salimos. Llamé inmediatamente por Autopista y pido hablar con el hospital de Saladillo, hablo con la doctora Silvia Rivarola, ella nos ayudó muchísimo. Nos mandó una  ambulancia, dicho sea de paso, los caminos para llegar al paraje Marmol Verde son intransitables. Tanto que sentimos que estamos olvidados”. 

Con la misma angustia e incertidumbre que el primer día, la mujer explicó que “en Saladillo fue el único lugar que nos atendieron, gracias a ellos lo tengo vivo a mi papá. Él no está bien de salud. Lo llevamos al Hospital de El Trapiche, donde un médico lo atendió y le midió la frecuencia cardíaca. Nos recomendaron llevarlo al Hospital Carrillo. Viajamos hasta la ciudad, pero no lo internaron, lo recibió un doctor, Raúl Nicolás Ochoa, lo observó, dijo que podría ser la cervical, que no lo podía atender, no sé qué excusa le dio”.

Lorena agregó que Ochoa les recomendó buscar por sus propios medios a un médico, “dijo que le paguemos a un particular, porque ellos no tenían turno para hacerle los estudios correspondientes. Nosotros no tenemos dinero suficiente, somos humildes, yo estoy sin trabajo, no tenemos mutual, porque nadie trabaja en el Plan”, aseveró angustiada.

“Lo que se hizo con mi padre es un abandono de persona. Mi papá ya tuvo dos incidentes. Yo hablé una vez con la diputada Mari Costelli, en la municipalidad, le pedí que por favor arreglara los caminos y me dijo que no, que no tenían máquinas. No me dan importancia. Yo no sé cómo hacer para que nos escuchen. Donde mis padres viven hay mucha gente. Mi abuela falleció también en el mismo lugar por falta de atención médica”, señaló la mujer.

“Nosotros no tenemos la plata sinceramente para que le hagan los estudios, Ochoa nos dio la opción de comprar unos remedios hasta que la otra semana cuando juntemos el dinero lo llevemos a hacerle los exámenes y llegar bien a fondo”, dijo.

En su mano Gregorio tiene una herida que no le cierra, tampoco se la vieron. “Otro doctor de La Toma, que no es Ochoa del Carrillo, dijo que supuestamente tiene un parásito, porque no se le cicatriza”, explicó. 

Lorena hace changas, cuida a personas mayores, cocina en un club y agarra cualquier actividad, “si no trabajo no como, vivo el día a día, mucho menos contamos con una mutual”, concluyó.  

Hace mucho que Gregorio tiene su mano herida, nadie lo ayudó.