Cadena del Interior

domingo 10 noviembre, 2024

Los comerciantes dicen que por una cuestión de idiosincrasia no funciona el horario corrido

La mayoría cierra en la siesta porque aseguran que el mayor movimiento por la tarde se da luego de las 18. Aunque en invierno los clientes vuelven más temprano a sus casas.

En Villa Mercedes, el horario de atención al público es “partido”. Salvo algunas excepciones, durante la jornada la mayoría de los negocios cierran sus puertas alrededor de las 13 y vuelven a abrir después de las 17.

El presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, Darío Sánchez aseguró que es un tema que “trae controversia”, ya que suele haber opiniones encontradas.

Con respecto al horario de corrido, manifestó que “no está preparada la gente en su idiosincrasia”.

“Nosotros hicimos estudios de Córdoba, de Mendoza, inclusive de Río Cuarto, que es una ciudad parecida a la nuestra, y no pudimos ponernos de acuerdo”, dijo.

Consideró que este tipo de horarios “convendría en invierno”, ya que, el hecho de aprovechar la luz solar implicaría un ahorro de energía: “Los clientes normalmente en invierno quiere volver más temprano a su casa, así que también ese sería un beneficio para la ciudadanía”.

Otra de las características que planteó Sánchez sobre el tema, es que “los comerciantes podrían usar las horas después de cerrar” para hacer cuestiones personales.

“Entonces a las seis, que sería un momento prudencial de cierre, terminas de hacer las compras, te sentás a tomar un café con tu familia y te volvés a tu casa dentro de un horario prudente también”, consideró.

En junio de 2020, en el marco de las medidas tomadas por la pandemia de Coronavirus, la Municipalidad junto con la Cámara de Comercio y Afines estableció que los horarios de venta serían de 8 a 20 para supermercados y locales de diferentes rubros, mientras que los almacenes, mercados de barrio y quiscos podían extenderse hasta las 22. Los sábados, la franja aprobada era de 9 a 19.

Comentó que cuando se terminaron las restricciones existió la iniciativa de seguir con el horario continuado pero la idea no prosperó.

“Hay un proyecto de comunicación del municipio y del Concejo Deliberante donde ellos estaban de acuerdo y apoyaban la iniciativa, pero ni así se pudo dejar establecido”, continuó.

Actualmente, los comercios de la zona céntrica abren sus puertas alrededor de las 9 hasta las 13, y por la tarde de 16 a 20, en líneas generales. Aunque estos parámetros varían, ya que cada vendedor tiene la libertad porque mucho tiene que ver con las necesidades de los rubros.

Destacó que no está en los planes implementar la modalidad, pero en caso de plantearse, deberían ponerse de acuerdo “todos”.

“Lo que pasa es que, si abrís a las 9 y te quedás hasta las 18, tenés a tu competencia que se queda hasta las 20, entonces ahí se tornaría una ‘competencia desleal’”, detalló y agregó: “Entonces, perdiste ahí la posibilidad de competir de igual a igual. Por eso tiene que ser para todos”.

Se realizó un relevamiento por el microcentro de la ciudad para consultar el punto de vista de los vendedores.

Alrededor del tema, algunos empleados coincidieron que “es preferible” trabajar de corrido, para luego poder aprovechar las horas del día.

“Al principio costaría un poco, las ventas podrían bajar, pero es cuestión de acostumbramiento”, opinó Gustavo, quien atiende en una casa de indumentarias para hombres ubicada sobre la peatonal. “Las grandes ciudades trabajan así ¿por qué nosotros no?”, tuvo en cuenta.

Por el contrario, José María, propietario de María Calzados, consideró que “como comercio, nosotros entre las 13 y las 16 no tendríamos ventas, se nos complicaría un montón”.

“Cuando empieza el movimiento de la gente, que normalmente comienza a las 19, nosotros estaríamos cerrando los locales”, señaló.

Además aseguró que “las distancias no son tan largas como en las ciudades grandes”, por lo tanto “no es que la gente tiene que salir a las 7 de la mañana a hacer sus trámites y volver a las 20, acá te movés rápido en un par de cuadras, entre las 13 y las 16, las personas están en sus casas”.

Los vendedores del centro opinaron que la mayor afluencia de gente se da entre las 18 y las 21.

“La gente no está acostumbrada. Cuando tuvimos que trabajar de corrido en la pandemia no había movimiento”, contó Marisa, de Futura Mamá, un local de indumentaria para embarazadas que se encuentra sobre la calle Lavalle.

Recordó que “cuando estábamos colocando las rejas para irnos aparecía la gente”, y dijo que la modalidad “no es conveniente económicamente para los propietarios”.

“En ciudades grandes sí, pero acá sería complicado el cambio. Lo he observado, tengo conocimiento de muchos dueños y hablamos siempre de lo mismo”, añadió.

Algunos rubros como las ferreterías industriales, buloneras, ferreterías y aquellos que venden insumos de campo, suelen abrir a las 9 y cerrar a las 18. Según Sánchez, desde la iniciativa que hubo después de la pandemia “se pusieron de acuerdo y quedaron así”.

En la mayoría de los casos, estos tipos de comercios cierran a las 13:30 y vuelven a abrir a las 15:00, por lo tanto, a las 19:00 cierran sus puertas al público.

Así se trabaja, por ejemplo, en Cil Materiales Eléctricos, ubicado en la Avenida 25 de Mayo.

“Es conveniente porque cuando se hace de noche deja de haber movimiento. Cuando trabajás con fábricas anda más gente a la mañana y después ya se calma, y también por una cuestión de seguridad”, dijo Damián. “Aparte con el frío la gente no sale, a la tarde en esta zona el horario pico es a las 17”, señaló

Alfredo Quiroga, el propietario de la ferretería “El Negrito II”, consideró que “cuando haces un esfuerzo físico necesitas descansar y la única reparación que tenemos los que trabajamos con nuestras manos, con nuestros brazos, es la siesta”.

El local abre de 9 a 13 y de 17 a 20. Desde su perspectiva, “no funcionaría” la implementación del horario corrido en la ciudad.

“Si te parás en plena siesta en la avenida no anda nadie y nosotros tenemos que esperar a nuestros clientes”, concluyó.