Este lunes el escenario que mostró el Policlínico de Villa Mercedes generó más indignación. Acceder a la salud pública es una odisea. Una fila interminable de personas que tuvieron que pasar muchas horas entre la neblina y el frío para conseguir turno con los especialistas.
La gente empezó a llegar a las 5 de la mañana al Hospital “Juan Domingo Perón” de Villa Mercedes. Esta vez había neblina y hacía frío. Mujeres embarazadas, otras con niños en brazos y adultos mayores son los que peor la pasan si buscan atenderse en el sistema público de salud.
Cristina fue por un turno con la endocrinóloga. Si bien estaba allí desde las 5:30, no sabía si conseguiría el lugar porque había mucha gente adelante suyo.
Nancy vino desde Justo Daract a las 6:15. Llevaba tres horas aguardando con resignación. “La gente no se queja porque es peor. No hay que decir nada”, dijo.
Según transmitieron los vecinos que hablaron con este medio, el primer lunes de cada mes se repite la misma escena: una fila interminable de personas que se arman de paciencia. Ese es uno de los días designados para entregar turnos.
“Esta metodología que pusieron ahora me parece que no está correcta, porque te imaginás que hoy estuviera lloviendo, ¿qué hace la gente?”, cuestionó Cristina.
Milagros estaba desde antes de las 7 de la mañana: “Si no tenés suerte, tenés que esperar dos meses”.
“Antes venías los lunes y sabías qué especialista había para ese día, ahora venís y es una cajita de sorpresas porque no sabes si tenés turno”, expuso la joven.
Darío estuvo desde las 5:30 esperando para conseguir un turno con la endocrinóloga: “Supuestamente iba a cambiar el sistema, pero se ve todo igual. Pasa siempre esto, hace bastante”.
“Estábamos haciendo la fila y viene una chica de adentro que dice que no van a dar para el neurólogo, que han puesto un cartel, pero nadie salió a decirnos. Me parece que es una falta de respeto que no salgan a decir ‘no hay para tal medico’”, reclamó Ana.
“Es una vergüenza”, dijo por su parte Walter.
