Cadena del Interior

sábado 7 septiembre, 2024

Desesperación de una mujer que necesita una cirugía de urgencia y el Hospital Ramón Carrillo le cobra $400 mil

Verónica Quiroga, con lágrimas en los ojos, relata cómo el Hospital Ramón Carrillo le negó la cirugía de urgencia que necesita para salvar su vida, a pesar de contar con obra social.

El 14 de marzo, Verónica Quiroga fue internada de emergencia en el Hospital Ramón Carrillo, donde tras una serie de análisis y ecografías, le diagnosticaron colecistitis, una inflamación de la vesícula que requería de una cirugía urgente en mayo.

Llena de esperanza y confianza en la atención médica que recibiría, Verónica se presentó ante el cirujano con la orden de la doctora de guardia, pero al llegar al hospital, la realidad fue otra. Antes de ver al cirujano, fue obligada a pasar por facturación, donde le exigieron el pago de una consulta de $3600.

Después de la consulta, Verónica fue dirigida a la mesa de entrada para adquirir un turno para los análisis prequirúrgicos y confirmar la cirugía, pero nuevamente fue llevada a facturación. Allí, le informaron que el hospital no cubriría los gastos y que tendría que pagar $400 mil si quería ser operada.

Desesperada, Verónica explicó su situación, pero los empleados le dijeron que no podían hacer nada por ella. “Me fui llorando, me puse muy mal. Cuando agarré el presupuesto me quería morir”, confesó.

A pesar de que el cirujano estaba dispuesto a operarla, el hospital se negó a hacerlo. “Se supone que es un hospital público y que cualquier persona sin cobertura puede ir allí. Pero ahora me doy cuenta de que no es así. No tengo $400 mil para pagar, es imposible”, lamentó Verónica.

Actualmente, Verónica se encuentra en un estado de salud crítico: no puede comer, ni siquiera beber agua, y le resulta difícil sentarse por los fuertes dolores que padece. Su trabajo como repartidora en bicicleta se ha vuelto imposible y su vida está en peligro.

“La cirugía cuesta $243 mil, los medicamentos $40 mil, la anestesia $94 mil, y los estudios más de $18 mil. No tengo cómo pagar todo eso”, explicó con lágrimas en los ojos.

Verónica se siente decepcionada y triste. A pesar de haber recibido una atención médica excelente, la burocracia del hospital le impide recibir la cirugía que necesita para salvar su vida. Es una situación desesperada que nos recuerda la importancia de un sistema de salud justo y accesible para todos.